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Cómo acostumbrar a tu perro a llevar bozal

Cómo acostumbrar a tu perro a llevar bozal

Cada vez son más las ciudades españolas que permiten el acceso de perros en medios de transporte, así como negocios y alojamientos.

Así que, seguro que más de una vez os habéis encontrado en la situación de acceder a alguno de estos espacios donde es obligatorio que nuestro perro vaya con bozal.

En este artículo os vamos a explicar paso a paso cómo podéis acostumbrarles para cuando os toque usarlo.

¡Vamos a ello!

Elegir el bozal apropiado

De entre todos los bozales que existen en el mercado, nosotros recomendamos el Baskerville ya que tiene una banda protectora, es seguro, el más cómodo para nuestro perro, cuenta con todas las aristas bien redondeadas y si le aplicamos calor, podemos adaptarlo a su morfología.

Hacer que asocie su uso de forma positiva 

No recomendamos ponerlo directamente si no está familiarizado con él porque le molestará y se lo intentará quitar continuamente. Para empezar con este proceso podemos recurrir al refuerzo positivo mediante:

  • Juegos de olfato con el bozal cerca: se trata de hacer sesiones de olfato donde hagamos un “bodegón” con varios objetos entre los que se encuentra el bozal. 
  • Poner comida en el bozal como si fuera un cuenco y dejar que nuestro perro vaya comiendo.
  • Dar premios (salchichas o snacks con forma alargada) a través del bozal.
  • Sobreponer el bozal sin apretar la cinta mientras le damos premios desde arriba para que lo mantenga sobrepuesto mientras va comiendo.
  • El último paso sería colocar el bozal adecuadamente con la cinta al tamaño adecuado del perro y que el bozal no se salga.

El proceso debe ser progresivo

En realidad, el proceso para acostumbrar a un perro a llevar bozal es muy sencillo, pero hay que hacerlo de forma progresiva en el tiempo. 

Practicar en períodos cortos de tiempo

Todos esos “ejercicios” hay que practicarlos cada día durante breves períodos de tiempo. Poco a poco y progresivamente, hay que aumentar los ratitos en los que NO les premiamos mientras llevan el bozal puesto.

Lo ideal sería repetir los ejercicios tres veces al día durante 3 minutos e ir espaciando los tiempos de recompensa.

Y ahora que ya conocéis cómo se realiza el proceso adecuado de adaptación de un perro al bozal paso a paso, vamos a ver los errores más comunes que se suelen cometer.

¡Toma nota de todos ellos!

  • Poner el bozal a la fuerza.
  • Utilizar el bozal en situaciones concretas como puede ser el veterinario o montar en tren, por ejemplo. De esta forma, conseguiremos que lo asocie solo con momentos negativos.
  • El bozal no es una herramienta de castigo, no se debe utilizar para regañarle y nunca se debe colocar cuando se queda solo para evitar que muerda o destruya muebles.
  • No es recomendable poner el bozal durante mucho tiempo. Máximo entre 30 y 60 minutos, o si se debe llevar durante más tiempo, hay que intentar hacer pausas retirándose, y dejándole descansar, siempre que se pueda.
  • Si el perro trata de quitarse continuamente el bozal, es señal de que el proceso está yendo muy deprisa y hay que volver al punto anterior y practicar más.

El bozal es un elemento de gran utilidad en muchos casos, sobre todo si sois de los que viajáis y hacéis muchos planes de ocio con vuestro perro, como nosotros con Futt, por lo que os aconsejamos empezar con este proceso cuanto antes, ir paso a paso y conseguiréis una perfecta adaptación al bozal.

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